Es interesante lo que lleva a las personas a bloguear. Sin saber quién es el público, es como una obra de teatro con los asientos vacíos. Quizás no haya público, quizás sea invisible. De cualquier manera, es un poco esquizofrénico escribir así.
Esto puede ser un diario, un sitio para soltar rants y quejas contra el sistema (como mi entrada anterior), un sitio de noticias, una emisora de radio (quisiera!) o una red social. A veces varias cosas al mismo tiempo. Y sin conocer quién me escucha, supongo que voy a seguir una de esas filosofías llamada "Hakuna Matata"; no hay preocupaciones, no hay problemas. Así blogueo lo que me parezca interesante, útil o beneficioso, sin preocuparme.
Digo en parte ésto para aconsejar a dos panas que están haciendo su blog en éste momento, y para quizás aclarar un poco mi punto de vista en ésto.
El mundo está muy loco. En particular la política...
Mientras más veo a los políticos más me parece que se encuentran separados de la realidad del país. Sé que es parte de su trabajo, pero se enfocan más en la popularidad que en los problemas. En el poder que en la gente. Y ésto en ambos lados de la política venezolana.
Para comenzar el blog voy a hablar de la primera parte del nombre: Música.
Ayer estuve en las gaitas del San Ignacio, que estuvieron arrechísimas no sólo por los colegios, sino por presentar a la Vida Bohéme como banda de cierre. Y tuve la oportunidad de que me salpicaran de pintura. \m/
(Para aquellos dos o tres que no los conozcan, he aqui su canción más famosa, Radio Capital)
Aparte de disfrutar de la noche y escuchar una de las más inusuales pick-up lines que he oído ("¿Hey, te puedo hacer una pregunta? ¿Parezco narcotraficante?"), me acordé de una frase que escuché por la radio, una cita de Stravinsky que decía "La música por sí misma no expresa nada". Es innegable que la primera vez que uno escucha algo lo asocia con el momento, pasa con casi todo en la vida. Pero creo que no es cierto, que la música es un lenguaje como el habla, que transmite ideas y sentimientos a través de melodías. Beethoven y Tchaikovsky evocan emociones fuertes, Debussy calma y tranquilidad. Y todo sin decir ni una palabra. Me parece que muchos compositores modernos no logran esa conexión de la música con el alma, y hacen música 'dulce', entretenida de escuchar, pero hueca de contenido.
